martes, 13 de octubre de 2009

El corto y mediano plazo y los vientos de cola

-Octubre 2009-


En nuestras reflexiones anteriores hemos hecho hincapié en elementos estructurales, o si se quiere de mediano y largo plazo sobre el comercio internacional y particularmente la economía, tanto nacional como internacional

Reiteramos y ratificamos lo dicho y observado en esos pasajes. Sin embargo, la cosa tiene una óptica distinta en el corto plazo

Aún cuando el gasto público tiene en el corto plazo serios efectos y riesgos para la economía nacional, no menos cierto es que resulta más importante lo que pase en las reuniones del G 20 que lo que pasa por el Ministerio de Economía Argentino. Al respecto ya hemos hecho la descripción en nuestro último análisis

El cambio de los vientos en el corto plazo

Hace dos años decíamos que nuestra economía tenía viento de cola. Luego comenzamos a observar en medio de la crisis que ese viento era de frente, y que además el piloto y varios pasajeros estaban en una absoluta batalla (que el piloto ha continuado con nuevos pasajeros, incluso con el altavoz del avión), y el avión con muchas turbulencias, redujo fuertemente la marcha. Hoy veo en el corto plazo, que este avión tiene además una leve brisa nuevamente de cola, básicamente generado por los países centrales

Ello es así por cuanto, el estímulo que los países centrales inyectan en la economía internacional resulta esencial para mantener la dinámica. Todo parece indicar que ellos deberán seguir por un tiempo con este esquema por cuanto, los indicadores de empleo no mejoran rápidamente y por temor a perder las próximas elecciones en esos países (Francia por citar un caso)

Estos aportes a la economía mundial, estos estímulos impactan decididamente en tasas bajas de interés, lo que impacta no tanto en aumento de demanda de dinero sino más bien en la liquidez, y en una concentración básica del consumo (en donde alimentos principal exportación argentina, estará menos afectada tanto por caída de demanda como por caída de precios

La dinámica descripta parece augurar (reiteramos en el corto plazo, es decir seis meses a los sumo un año) inflaciones controladas y una relativa estabilidad cambiaria

Esta situación no es otra cosa que una brisa de cola en el corto plazo (reiteramos no en el estructural en donde los problemas son graves como ya hemos dicho) augura para el economía nacional que las cosas seguiran más o menos como hasta ahora. Es decir, consumo contenido y sin grandes expectativas de crecimiento, tipo de cambio, tasas de interés e inflación como en agosto y septiembre pasados