jueves, 17 de julio de 2008

Un laberinto más que complejo

-Julio 2008-

Hace algunos días, publicamos en esta sección un breve análisis sobre el comportamiento del Comercio Exterior.

En el mismo señalamos que el desempeño del comercio exterior correspondiente al mes de mayo de 2008confirmaba una tendencia que ya se venía evidenciando: retracción en las exportaciones y expansión en las importaciones[1].

En efecto, comparando idéntico mes del año anterior (mayo ´07 versus mayo ´08) surge que las exportaciones en VALORES aumentaron un 28 %, llegando a los 6.203 millones de dólares. Por su parte las importaciones se incrementaron un 47 %, alcanzando los 5.198 millones de dólares.
Sin embargo el análisis permite advertir que el aumento de las exportaciones se ve explicada por el aumento de precios (32 %), por cuanto en cantidades cayeron un 3 %. En contraposición a este desempeño las importaciones, si bien evidencian un aumento de precios (18 %), el principal disparador del incremento se explica por el aumento de las cantidades importadas ( 25%).

En dicha nota, decíamos que muchos pueden ser los factores pueden estar influyendo en la tendencia que muestra el sector externo. Caída en el tipo de cambio, retenciones, caída en las ventas de productores, conflicto con el campo, entre otros.

Del comportamiento señalado surgen algunos aspectos que merecen ser reflexionados. De ellos deseamos destacar al menos tres:


-El primer aspecto se focaliza en considerar si la tendencia descripta, obedece a razones coyunturales o si en cambio responde a una efectiva retracción en cantidades de exportaciones, fruto básicamente de la caída en los niveles de crecimiento.
-El segundo, si la retracción de exportaciones industriales, se puede explicar por el impacto del aumento de costos internos (salarios con nuevas negociaciones ya anunciadas) como también por la caída en la tasa de cambio, el que puede resultar insuficiente para algunos sectores exportadores.
-El tercero, si el aumento en cantidades importadas, en un contexto de retracción del tipo de cambio e inflación, puede estar erosionando la oferta de la industria local, a manos de la externa.
De estos elementos, en esta ocasión nos parece prudente profundizar un poco más la situación del tipo de cambio.

La caída del tipo de cambio

El planteo que hemos efectuado anteriormente, adquiere una relevancia mayor, en un contexto en el cual el gobierno “obligó” a una baja en el dólar. En efecto, lo que el P.E. hizo semanas atrás fue propiciar una marcada baja del Tipo de Cambio Nominal (TCN) -según dicen los que saben- como “escarmiento” a los exportadores agropecuarios y “especuladores” que buscaron proteger sus ahorros comprando dólares. Esta situación se sigue verificando en las colas que se observan en las casas de cambio.

La maniobra efectuada por el ejecutivo, ha profundizado una aparente desconfianza a un costo superior a las 3500 millones de dólares, incluso con una fuga de capitales mayor a la verificada en el año 2001.

Más allá de las consecuencias que esto provocará en el futuro, hay un elemento que merece ser particularmente observado. El mismo se vincula con el tercer aspecto que señalamos al comienzo, es decir la posible sustitución de productos nacionales por productos importados (sustitución de importaciones a la inversa)

En efecto, la propia Unión Industrial Argentina siente, no ya la pérdida de mercados externos por aumento de costos locales, sino “el desplazamiento serio” de la oferta local a manos de la importada[2]

Entre dos fuegos

La caída en el tipo de cambio no es el único “fuego” que amenaza una mayor sustitución de oferta local por importada.

De otro lado existe una amenaza de expansión de incendio mayor, básicamente a consecuencia del crecimiento de precios en el mercado local. Es decir la inflación.

Al respecto vale la pena recordar que nuestro estudio ha estimado la misma para el año completo 2008 en torno al 32,7 %[3] Esta cifra ya está siendo confirmada por datos oficiales de varios institutos provinciales (independientes del INDEC) que ubican la inflación entre un 26 % a 35 %.

El “capricho” de bajar la tasa de cambio en un contexto de alta inflación, ha colocado entonces a las industrias locales en una situación con difícil salida.

Volver a recuperar el tipo de cambio impactará decididamente en mayor inflación, propagando aún más el fuego.

Desplazamiento de oferta local, tipo de cambio retenido, aumento de importaciones y caída de volumen exportado, constituyen un panorama muy serio, más cuando el mismo se debe analizar en contexto internacional sumamente inestable.

El plano internacional

En el plano internacional, nadie duda ya que a nivel internacional se evidencias signos de descaleración –incluso con riesgos de recesión para el año 2009-.

La crisis americana en el sector hipotecas se extendió primero a los bancos. De estos al contexto financiero internacional, y luego, a la propia actividad industrial americana como es la automotriz (hoy está en duda la salud financiera de General Motors, lo que llevó a una caída de la acción de más del 15 %. Al respecto, un reciente informe de Merrill Lynch advirtió sobre las posibilidades de quiebra de esta multinacional automotriz).

Los bancos norteamericanos están bajo la lupa, acompañado de varios indicadores desfavorables como caídas en el consumo, actividad industrial de algunos sectores.

En este escenario, el centro europeo comienza a preocuparse más por la inflación y el desempleo y el efecto dominó sobre la actividad, por lo que volvió a subir la tasa de interés.

Los precios de las materias primas tendrán en dicho contexto, un freno al camino alcista que se viene observando (granos y petróleo

Todo parece indicar (como señaló George Soros) que estamos muy próximos a que se pinche la burbuja.

Algunas reflexiones finales

El grado de debilidad de la economía nacional expuesta en la creciente inflación, la casi evidente sustitución inversa de importaciones, el aumento constante del gasto público, y el problema cambiario, coloca al “general” en un laberinto de difícil salida. Más aún cuando el contexto internacional presenta nubarrones oscuros que pueden convertirse en tormenta para la Argentina, si el precio de los comodities comienza a ubicarse como a principios del año pasado.

En esta situación, y con las heridas que dejará el conflicto con el campo no solo en la economía real sino además en el nivel de expectativas, creemos firmemente que el último trimestre del 2008 y buena parte del 2009 será, en el plano nacional, de un aterrizaje forzoso del crecimiento, aumento de desempleo, mayor inflación y muy probablemente fuerte retracción en el consumo local.

Habrá que analizar cómo responderán las autoridades económicas a la situación

Una cosa es segura…haberse inventado su propio laberinto no parece que haya sido la mejor manera de enfrentar el problema.




[[1] A la fecha los datos de junio aún no fueron publicados por el INDEC, pero observando la evolución de las bases de DGA consideramos que resulta altamente probable que se confirme la tendencia señalada
[2] En un estudio que efectuamos hacia setiembre del año pasado, evaluamos la pérdida de mercados externos vía aumento de costos (inflación) y tipo de cambio. La misma está publicada en nuestra página, en la sección publicaciones
[3] La inflación que señalamos fue estimada y presentada en el Informe de Coyuntura de nuestro estudio de diciembre de 2007

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