domingo, 28 de junio de 2009

El resultado de las elecciones

-Junio 2009-

Aún cuando esta sección está reservada para análisis, comentarios y evaluaciones vinculadas a los negocios, particularmente al comercio internacional, no podemos menos que adelantar algunos elementos que emanados del resultado de las elecciones, tendrán impacto sobre el devenir del escenario nacional del segundo semestre.

En nuestra opinión y de la evidencia que revela la actual conducción política nacional, entendemos que no se producirán importantes cambios en el esquema político en forma inmediata. Incluso dudamos mucho que los mismos se puedan producir por motus propio, en forma mediata.

Creemos que, el laberinto en el cual el gobierno ha colocado a la economía nacional, no permitirá (junto a la propia visión de la conducción) efectuar cambios esenciales en cuanto a los elementos que están impactando en la economía.

Aún cuando quienes creemos que, la única posibilidad de generar inversiones, mayor trabajo y progreso pasa por la existencia de previsibilidad y sobre todo cumplimiento de la Ley, con sorpresa advertimos que nada de esto parece que pueda preverse en el horizonte del actual gobierno.

En el comercio internacional asistimos a “presiones” a importadores y exportadores vía “integrales” de AFIP para lograr “pagos o ingresos al esquema del famoso blanqueo”, o amenazas de ese tipo cuando exportadores o importadores pretenden ejercer sus derechos constitucionales –como la defensa, o el mero principio de inocencia-. Licencias no automáticas que superan los nueve meses de gestación, o algunas que “milagrosamente” se expiden en 48 horas, todo está permitido y justificado y todo parece ser lícito y legal, cuando justamente todo es ilícito y en algunos casos hasta ilegal.

En una etapa tan grave y básica se encuentra nuestro comercio internacional, que solo el apego a QUE ES LEGAL y QUE NO ES LEGAL hecha luz y permite mirar con claridad la situación.

Al respecto resulta imperdible la entrevista publicada en La Nación al profesor Enrique Barreira, titulada “La Argentina parece que no puede esperar", la que me exime de extenderme sobre el tema

Particularmente no creemos que se produzca un sinceramiento del INDEC y menos aún se vayan a producir cambios que permitan un comercio internacional acorde a lo que demanda nuestro país.

martes, 19 de mayo de 2009

Cerca de lo inevitable

-mayo 2009-

En momentos como el que vive nuestra economía cualquier análisis que se pueda efectuar no deja de caer una y otra vez en la tentación de repensar y generar pronósticos con dos alcances. Sí, en general ante una variable incontrolable y de total incerteza como pueden ser las consecuencias del acto eleccionario, el análisis debe pasar por: o bien mirar el largo plazo, o bien hacer “aproximaciones” a lo que eventualmente pueda suceder. Dado que lo segundo parece que está más al alcance de los gurúes de la economía (o magos) resulta aconsejable fijar el análisis en las perspectivas para mediano y largo plazo, de la cual extraeremos algunas referencias del corto plazo. Para este ejercicio deberemos analizar el comportamiento de la economía de –al menos- el último semestre

Algunas evidencias

Como ocurre en cualquier situación resulta esencial contar con un buen diagnóstico. Sin ello no resulta posible analizar la evolución del paciente, y menos aún sus consecuencias en el mediano y largo plazo.
Al respecto, algunos podrán recordar que desde este post hemos venido adviertiendo –con suficiente anticipación- diversos cambios que en forma estructural impactarían sobre la actividad de las empresas. Así hemos advertido en varios meses la espiral inflacionaria de Junio 2007-Junio 2008. También hemos venido siguiendo la evolución del tipo de cambio y la situación estructural que se da con relación al mismo
Estas advertencias se potencia al observar la evolución reciente de la economía, básicamente vinculada a la situación fiscal, tema del cual nos ocupamos hace varios meses.

El último semestre
La caída de la recaudación, la cesión a las provincias del 30% de los ingresos de las retenciones a la soja y el aumento del gasto público, tiene consecuencias directas sobre la economía actual, la que muestra una caída del superávit primario de casi un 70% comparando abril 2009 versus igual mes del año anterior. Esta situación ya se evidenciaba el mes pasado donde el excedente, antes del pago de intereses de la deuda, fue muy inferior al del año anterior.
La debilidad fiscal, que analizamos y preanunciamos como el principal problema hace ya algunos meses, es aun mayor y YA SE HA MANIFESTADO. En efecto, cuando al resultado primario se le agrega el pago de los intereses de la deuda, estamos ante un claro DÉFICIT FISCAL, el que no solo se ubica en el mes de abril, sino que está presente en todo lo que va del año 2009.

Algunas causas
En otros informes y post hemos ya presentado algunos elementos que como causas pueden explicar la situación. Sin embargo en un artículo reciente de D Caballo se sintetiza, a nuestro criterio las causas de la situación actual. En ese artículo Caballo señala como causas las siguientes:
1) las medidas impositivas y de controles de precios y tarifas que desalentaron la inversión y la producción en los sectores más productivos de nuestra economía, particularmente los sectores agropecuario y energético;
2) el aumento desmesurado del gasto público improductivo financiado con el producido de los impuestos distorsivos y
3) el encerramiento comercial y el aislamiento financiero que impidieron la recuperación del crédito público y privado y transformaron a Argentina en una economía a la que los demás países y organismos financieros del exterior les importa poco.Por eso la consideran no elegible para recibir los apoyos financieros que se están brindando a la mayor parte de las economía emergentes.
Continúa luego diciendo, El tercero de estos factores es el que me lleva a predecir que la crisis argentina se va a agravar en la segunda mitad de este año y probablemente durante 2010 y 2011, aún cuando comiencen a verse signos de recuperación en la economía global y en la mayoría de las economías emergentes.
El déficit fiscal adquirirá dimensiones hasta hoy impensadas por la mayor parte de los economistas, aún de los que critican al gobierno. La caída de la recaudación, la necesidad de asistir financieramente a las provincias y de cumplir con los compromisos de pagos de obras públicas y a proveedores, determinarán un déficit fiscal significativo que no podrá financiarse con crédito público. Por lo tanto, habrá una fuerte emisión monetaria con el consiguiente drenaje de divisas. Si el Banco Central intenta frenarlo acentuando los controles de cambio, aparecerá un mercado paralelo como el que existió entre 1975 y 1990. Si el banco Central defiende sus reservas y no impone controles de cambio, se producirá una fuerte devaluación que espiralizará la inflación.

Esta síntesis de la situación la hemos venido adviertiendo desde hace varios meses, y creemos firmemente que luego de la elecciones, sea cual sea el resultado, sin conocer aún la velocidad de los hechos, todo parece indicar que el descripto será el escenario más que probable para la economía Argentina.

lunes, 27 de abril de 2009

El largo camino al 2001

-Abril 2009-
Suele ser constante la pregunta que llega a nuestro estudio respecto a cómo será la economía post elecciones de junio. Si se devalúa, si no se devalúa. Si aumentan las tasas, si suben los insumos, entre otras.
Resulta que para quienes deben formar precios y cotizar al mercado exterior, no puede presentarse en la actualidad un escenario más complicado. Aunque la Argentina está acostumbrada a estos escenarios, en la mayoría creados por la mediocridad de la dirigencia (política, sindical, empresaria)
En este camino resulta inevitable que muchas de las preguntas de las empresas se encaminen a trazar un paralelismo con el año 2001, reflexionando en relación a si estamos mejor o peor que aquellos años. Básicamente porque en la formación de los costos de exportación las empresas ven las mismas dificultades.
Al respecto en el diario La Nación Roberto Cachanosky publicó un artículo titulado “2001: un juego de niños con un Kirchner sin control legislativo” , que justamente viene a dar idea más acabada de la situación actual comparada con el año 2001.
Comienza este economista en su artículo diciendo ...según datos del Ministerio de Economía, al 31 de diciembre de 2001 la deuda pública sumaba U$S 144.222 millones. Al 31 de diciembre de 2008 el stock de deuda pública llegaba a los U$S 145.974 millones, sin incluir los U$S 23.000 millones de los atrasos con los holdouts, luego de haber cancelado la deuda con el FMI por U$S 10.000 millones y habiendo hecho una de las quitas más grandes de la historia al momento de reestructurar la deuda. Digamos que la tan declamada política de desendeudamiento quedó en los discursos, como otros tantos anuncios. Hoy la deuda pública es levemente superior a la de 2001. Pero hay un dato adicional, hoy, al igual que en 2001, el Gobierno no tiene acceso al mercado voluntario de deuda, de manera que, bajo la administración de Kirchner, en este rubro estamos en la misma situación que en 2001. Mismo stock de deuda pública, cerrado el acceso al mercado voluntario de crédito y problemas para hacer frente a los vencimientos del segundo semestre de este año y del que viene.
Otro de los temas de 2001 era el tipo de cambio. El 1 a 1 era considerado el factor que destruía la producción industrial. A marzo de este año y en relación con diciembre del 2001, cuando se compara el incremento del tipo de cambio con el incremento de los precios mayoristas que publica el INDEC, el primero subió solo un 2,2% más que los precios mayoristas. Es decir, aún tomando como válidos los datos del INDEC de Moreno, el tipo de cambio real está igual que en 2001, al punto que hasta la UIA pide un dólar más alto y todos tienen expectativas de devaluación para luego de las elecciones, algo que inevitablemente va a ocurrir por la lógica del modelo kirchnerista. Agreguemos a este dato la fuga de capitales que hoy tiene una intensidad muy similar a la de 2001, y el escenario cambiario no es muy alentador.
En términos de actividad económica, la producción industrial en 2001 cayó el 7,6% mientras que en estos momentos está cayendo al 14%. La recesión se siente intensamente a pesar de que Kirchner disfruta de un precio de la soja que duplica al que tenía De la Rúa, con la diferencia que en el 2001 no había inflación y ahora tenemos una inflación que ronda el 20% anual. En este caso, la situación es peor que la de 2001: recesión con inflación.
En términos fiscales, en marzo de este año, luego del pago de los intereses de la deuda, el Sector Público Nacional tuvo déficit fiscal. Y ese déficit se produce a pesar del no ajuste por inflación de los balances lo que genera un pago del impuesto a las ganancias mayor al que efectivamente tienen las empresas, de los derechos de exportación que hoy rigen y que no existían en 2001 y de varios dibujos que se incluyen en las cuentas del sector público.
La gran diferencia entre 2001 y la actualidad es que el nivel de depósitos es sustancialmente menor y las familias y las empresas no están tan endeudadas, lo cual muestra un fracaso del modelo kirchnerista más que una virtud, dado que no ha logrado generar un mercado de capitales que financie, a tasas pagables, el consumo y, sobre todo, la inversión. Lo poco que quedaba del mercado de capitales vía las AJFP, el Gobierno lo destruyó con la confiscación de los ahorros, igual que en la crisis de 2001/2002.
Ya a mediados de 2001 había miedo en la gente a confiscaciones, default y devaluación. Hoy estamos parados en la misma situación. La gente tiene miedo a que si gana el Gobierno siga avanzando sobre los activos privados, por eso fuga sus capitales. Además, hay serias dudas sobre la capacidad de pago de la deuda y la devaluación para luego del 28 de junio es casi una certeza.
A pesar de la crisis internacional, la economía argentina tendría posibilidades de amortiguar notablemente la recesión que generó el Gobierno si se eliminara ciertas trabas al sector productivo, particularmente al sector agropecuario, y se generara un mayor grado de certidumbre sobre las reglas de juego.
Dicho en otros términos, la economía argentina ha colapsado por dos razones fundamentales: a) la inconsistencia de la política económica, que hoy presenta todos los costos juntos y b) la incertidumbre en las reglas de juego que genera un hombre como Kirchner que no conoce límites a las medidas que puede adoptar. Curiosamente, y en forma contraria a lo que sostiene el ex presidente, si la oposición ganara las elecciones, le ofrecería al país un menor grado de incertidumbre dado que actuaría como un freno a la arbitrariedad en las reglas que vienen imperando desde 2003. El problema no tiene que ver solamente con la política económica propiamente dicha (controles de precios, prohibiciones de exportación, carga tributaria agobiante, gasto público descontrolado e ineficiente, etc.), sino que el mayor obstáculo es la incertidumbre que genera la ausencia de límites al Ejecutivo. ¿Quién puede animarse a poner una fábrica de hamburguesas si no sabe si Moreno lo va a dejar exportar, lo obligará a vender debajo del costo de producción o si tendrá energía para hacer funcionar las máquinas?

Me permito completar, quien logrará tener previsibilidad en la formación de precios para exportación o estará alentado a buscar nuevos mercados.

Lo transcripto del artículo es por demás elocuente respecto a la pregunta sencilla de si estamos mejor o peor que en el año 2001

domingo, 22 de marzo de 2009

Entre rumores de devaluacion y gasto público

-Marzo-2009
Hace algunos días, y en las horas previas a que la Presidente de nuestro país anunciara la eventual participación para gobernadores e intendentes en la renta de la soja, en las oficinas de las empresas se especulaba con una gran cantidad de posibles anuncios. De todas ellas la más repetida era una “devaluación importante”, cosa que luego como comprobamos no sucedió.
Más allá de lo anegdótico de la situación cabe reflexionar brevemente si –al menos- existen motivos suficientes para tal preocupación.
Algunas evidencias
A fin de evaluar si el rumor tenía (y más importante tiene aún) fundamento resulta necesario realizar un repaso de algunos indicadores de la economía del primer bimestre del año en curso.
Así, en enero del 2009 (e igual comportamiento publicará el INDEC próximamente) la caída de las exportaciones ha sido del 36 % y las de las importaciones del 38 %. Dicha caída obedeció en 70% a las cantidades vendidas (que cayeron 25%) y en 30% a menores precios (que descendieron 14%). Este comportamiento y la tendencia que en el escenario internacional se puede inferir, permite asegurar que el superavit comercial se reducirá a valores menores a los 3000 millones de dólares para este año, incluso a cifras menores dependiendo de qué suceda en Europa, China y Estados Unidos con el precio de la soja.
Este comportamiento del sector externo se da en un contexto en el cual el gasto público continúa su ritmo de expansión de los últimos años. En efecto, en el primer bimestre de este año, el gasto público primario (antes de contar el pago de los intereses de la deuda) aumentó un 27,3%, respecto del mismo período de 2008, mientras que lo recaudado por el Estado creció sólo un 12,8% en la misma comparación interanual, según datos de la FIEL.
Es decir, por un lado hay y habrá menos dólares en el mercado. Por otro el gasto público CRECE más del doble de lo que INGRESA por recaudación. En efecto, según el Ministerio de Economía, el superávit fiscal primario fue, en febrero de este año, de 1603 millones de pesos, un 50% menos que en el mismo mes del año pasado, cuando se registraron 3178,9 millones.
Ello nos pone (en pocos meses) en un camino de rojo fiscal. Ello es así por cuanto en meses electorales resulta poco probable que el gobierno tienda a bajar el gasto público y los impuestos por comercio exterior (exportaciones e importaciones) muestran una clara tendencia a la retracción, con impacto en ingresos de divisas e ingresos por impuestos
Más aún, resulta ilustrativo observar que en agosto próximo, el gobierno deberá pagar 2.178 millones de dólares por Boden 2012, es decir casi el 80 % del superavit comercial.
Con créditos cerrados a nivel internacional y con la negativa de ocurrir ante el FMI, resulta poco claro imaginar de dónde se obtendrán los dólares para pagar, cómo se financierá el gasto en un contexto expansivo y de retracción de ingresos.
Todo indica hasta aquí, que las únicas salidas serán emisión y afectación de reservas, lógicamente con impacto en inflación y tipo de cambio.
A veces, solo a veces los rumores tienen sustento

miércoles, 4 de marzo de 2009

¿Que pasará con el dólar?

-Marzo 2009-

Una de las constantes preguntas que recibimos a diario en nuestro estudio es ¿Que pasará con el dólar?. Lógicamente en el área del comercio internacional la pregunta afecta a todos. Importadores y exportadores están alertas por el futuro de la divisa

En medio de la crisis mundial, resulta un elemento no menor reflexionar en cuál será el destino del dólar. Sin embargo, la consulta e interés de las empresas resulta más de cabotaje. Es decir qué puede pasar con el dólar en Argentina

En varios artículos y notas que publicamos en esta sección de novedades y comentarios hemos reflejado nuestra opinión. Hoy -para no reiterar- nos parece prudente reflejar la nota que Cachanosky publicara hace un par de días en el Diario La nación, dado que ella refleja con claridad que pasará con el dólar

¿Quo Vadis con el dólar? Por Roberto Cachanosky. Publicada en La Nación - 3-3-09

Dólar caro y caja abundante fue todo lo que en estos 6 años hubo como concepción de la política económica. El resto son parches que se fueron poniendo a medida que la situación económica iba complicándose. Los controles de precios, las prohibiciones de exportación, el dibujo del IPC , el canje de bicicletas y demás medidas no son otra cosa que el resultado de la inconsistencia económica que tenía un modelo, si así puede llamarse, que algunos llegaron al delirio de creer que se trataba de un nuevo paradigma de política económica.

El dólar caro le permitía al Gobierno dolarizar parte de sus ingresos tributarios para agrandar la caja y, además, le daba colchón para subir las retenciones. Recordemos que comenzaron en el 2002 con el 10%, luego las subieron al 20%, al 24%, al 27,5%, al 35% y finalmente quisieron ir por la 125 para aumentar las retenciones y estalló el país.

¿Por qué el aumento constante de retenciones? Por varias razones. La primera es que a más gasto público más necesidad de recursos para financiarlo. La segunda tiene que ver con el tipo de cambio real. Como el Banco Central emitió moneda a marcha forzada, la inflación se comió el tipo de cambio real hasta dejarlo en un nivel similar al de la convertibilidad. Dicho en otras palabras, con el dólar quieto en torno a los 3 pesos y los precios internos subiendo en pesos (algo de lo que Cristina Fernández se olvidó de hablar en el Congreso), los bienes y los salarios empezaron a ser cada vez más altos medidos en dólares. Esto significa que por cada dólar que el Estado recauda por derechos de exportación puede pagar menos salarios y comprar menos bienes. En definitiva, la licuación del tipo de cambio real le generó al Gobierno un problema de caja que, inicialmente, intentó solucionar con la 125, intento que lo hizo chocar contra la pared. De manera que, desde antes que se produjera la crisis internacional, el Gobierno ya estaba en problemas con su "modelo".

La combinación de retraso cambiario (el Gobierno puede pagar menos gastos por cada dólar que cobra por derechos de exportación y de importación), la caída de los precios internacionales que también conspira contra los ingresos tributarios, más la recesión interna que afecta al resto de los ingresos impositivos determinan que, tanto la caja abundante como el tipo de cambio alto sean historia. El modelo se terminó. Se agotó. Murió. Kirchner dilapidó el tipo de cambio alto que le dejó Duhalde y, como decimos los economistas, fue un free rider (alguien que se beneficia gratis de lo que hace otro) del boom de precios internacionales (ese boom que criticaba Cristina antes porque los precios de los alimentos eran caros y que ahora también critica porque son baratos y le afecta la recaudación). Acabado el tipo de cambio caro y con el viento de cola que se transformó en viento de frente, tienen que buscar una salida. ¿Cuál puede ser? Dentro del listado de medidas K todo es posible. Desde nuevas confiscaciones de stocks hasta una devaluación para mejorar los ingresos fiscales. El problema es que devaluar en este contexto de desconfianza e incertidumbre es muy complicado para un gobierno que no es creíble. Lo único que tenemos por cierto es que el tipo de cambio va a seguir subiendo porque al gobierno le conviene por una cuestión de caja y porque ya no es solo el sector agropecuario el que está complicado, sino que también la industria le está pidiendo un tipo de cambio más alto.

Y aquí viene el problema. ¿Puede el Gobierno llevar lentamente el tipo de cambio hacia arriba sin que haya una estampida de las que conocemos? Puede pero lo veo complicado. En primer lugar porque no tiene las reservas que declara. En segundo lugar porque la gente, ante la incertidumbre, siempre se refugia masivamente en el dólar. Además porque con la caída de exportaciones habrá menos oferta de dólares en el mercado. Y, en cuarto lugar, porque veo un movimiento extraño que me hace recordar a la década del 80.

¿Cuál es ese movimiento extraño? Que mientras los depósitos en pesos en el sistema financiero crecen (algo muy extraño en un contexto de incertidumbre e inflación) el stock de créditos al sector privado baja. Es decir, el sistema financiero está pagando tasas de interés por depósitos a plazo fijo y no le prestan al sector privado. Como nadie va a pagar una tasa de interés por depósitos y luego dejarlas guardadas en una caja fuerte, a alguien le tienen que estar prestando. ¿Quién puede ser? El BCRA. Todo parece indicar que el discurso de Cristina en contra de que la plata no genera plata, no se aplica en los hechos. Dicho en otras palabras, el kirchnerismo estaría armando una de las típicas bicicletas financieras a las que estamos acostumbrados los argentinos. Porque el día que el depositante golpee la ventanilla del banco y pida sus pesos, el banco tendrá que darse vuelta y decirle al Central: toma estos bonos y dame los pesos que tengo al cliente en la ventanilla. En ese momento el Central tendrá que emitir los pesos para pagarle al banco y este pagarle al cliente. ¿Qué hará el cliente con sus pesos? Con las cosas insólitas que hacen el kirchnerismo, uno no debe descartar la hipótesis que busque refugiarse en el dólar, como corresponde a cualquier persona sensata que busca defender su patrimonio de un Estado depredador. En ese caso veremos cuál es la verdadera capacidad que tiene el Central para dominar la desconfianza de la gente. Una capacidad que parece no ser tan potente cuando uno ve cómo se ponen nerviosos cuando el mercado está en comprador y empiezan los llamados de teléfono para que no vendan o no compren.

En síntesis. Si el gobierno deja el tipo de cambio quieto, está en problemas. Si lo hace subir también puede estar en serios problemas. Una paradoja del tan declamado modelo productivo que nos hace preguntar, sabiendo la respuesta, ¿quo vadis dólar?

domingo, 22 de febrero de 2009

La balanza comercial y el tipo de cambio

-Febrero 2009-

Las exportaciones tuvieron en enero de 2009 su mayor retroceso en décadas y cayeron 36% en relación al mismo mes del año anterior
Por su parte las importaciones cayeron 38% en comparación con igual mes del año pasado. Si bien el saldo comercial se mantuvo en positivo, 971 millones de dólares, hubo una reducción de 27% en comparación con los u$s 1.332 millones alcanzados en enero de 2008.

Según Indec, la caída de las exportaciones obedeció en 70% a las cantidades vendidas (que cayeron 25%) y en 30% a menores precios (que descendieron 14%).
Para el año se espera un superávit externo de u$s 3.500 millones, un tercio del balance 2008. En este contexto el flujo de divisas será muy inferior al del año pasado, poniendo en un año electoral y con fuertes compromisos externos de pago, una presión más que significativa sobre el tipo de cambio.
Así deberá ser –a nuestro criterio- mayor la acción del BCRA descomprimiendo semana a semana el tipo de cambio en su estrategia de goteo. Particularmente porque, a esta situación de falta de divisas se sumará la presión de los sectores productivos en su pedido de contención de las importaciones.

martes, 27 de enero de 2009

Perspectivas del Comercio Exterior para el año 2009

-Enero 2009-

Existen abundante información sobre la crisis económica que desde hace unos meses viene afectando día a día la economía mundial

Uno de los elementos destacados de esta crisis es que el comercio internacional muestra ya caídas importantes en sus niveles de crecimiento

En efecto, por primera vez desde el año 1982 el comercio internacional tendrá signos preocupantes de caída en su nivel de crecimiento. Al respecto, en este mismo espacio ni bien se desató la crisis mundial, alertamos sobre los esquemas de protección que seguramente los países emprenderían en pos de frenar, por un lado el drenaje de divisas y por otro por intentar proteger la mano de obra nacional

Este comportamiento del comercio mundial, en nuestra opinión, se mantendrá por lo menos durante todo el año 2009 y buena parte del año 2010, por lo que las perspectivas se presentan complejas para los agentes y actores del comercio.

Esta situación se dará además en un contexto de caída de los precios internacionales, que todo parece indicar que mantendrán dicha tendencia hasta por lo menos el tercer o cuarto trimestre del presente año

Es decir menos actividad y caída de precios signarán buena parte del comercio internacional del año 2009